DIABLOS DANZANTES DE SAN RAFAEL Transcurría el año 1820 y con el la cruenta guerra por la independencia de Venezuela. Refiere al historiador gracitano Don Adolfo Antonio Machado, en su libro “Apuntaciones para la Historia” que varías matronas pertenecientes a familias de la población de Chaguaramas que simpatizaban por la causa patriota, permanecían cautivas por los defensores de la causa del rey en San Rafael de Orituco. En este interesante episodio de la gesta emancipadora, aparece una de las primeras noticias de la presencia en los valles del Orituco de los Diablos Danzantes de San Rafael. Dice Don Adolfo Antonio Machado que: “El día de Corpus – Cristi del año 1820, durante la festividad religiosa con que la Iglesia celebra esta fecha, entreteníase el Comandante Martínez en unión de algunos oficiales de mayor intimidad paseando las calles y visitando sus amistades, en cuya diversión tropezó con más de una comparsa de diablitos, las cuales observaba como cualquier otro paisano. En una de aquellas comparsas venía el espionaje de los patriotas, quienes al mando del Comandante José Francisco Blanca y el Capitán Pedro Camejo, salieron a fines de Mayo de San Fernando de Cachicamo, por orden de los generales Cedeño y Zaraza, y llegó a Orituco el 10 de Junio. Habían realizado su viaje desde Chaguaramas hasta las costas de Tememure, donde se encontraban apostados. A la hora de la siesta se encontraba el Comandante Martínez en su comandancia de Armas, la cual tenía establecida en la casa Ledezmera, contigua ésta a la que conocimos con el nombre de la Mata de Coco, ubicada en la Plaza Parroquial de aquel pueblo. Tan descuidado así se encontraba el Comandante Martínez, cuando fue despertado por gritos y detonaciones de fusilería en el Cuartel del Almacén: los patriotas habían realizado su propósito de asalto a la guarnición de aquella plaza. Martínez, sin uniforme, en chaleco, salió por el fondo de su casa con dirección a la Quebrada de Luna; pero, oyendo a poco andar algunos disparos de fusilería, juzgó por ellos que sus soldados todavía se defendían y, arrepentido de su huída, se volvió con dirección a los suyos. Ya cerca del Puente de Luna fue balaceado por Juan Camejo, quien, aunque conocedor de la consigna de su Jefe para con el Comandante Martínez, le dio muerte inmediata por no haberle reconocido, dado el traje que portaba. Así como el valeroso Martínez cayeron casi la totalidad de los defensores de su bandera en aquella plaza. Los patriotas tuvieron también sus bajas, contándose entre éstas la de su espionaje en aquel día, cuyo cadáver se encontró tendido en el campo con la misma vestidura adoptada para la realización de su estratagema. A principios del siglo XX aparecen como cultores de la tradición las familias Santana y Escalona. Posteriormente, nos refirió el cultor Rafael Gota, actual capataz de los Diablos Danzantes de San Rafael; es el Sr. Juan Bautista Ramírez, quien asume la responsabilidad, según los testimonios de los Sres. Juan Ledezma, Juan Santana y Manuel Betancourt. Luego de años sin que se sepa de la existencia de cofradía alguna, el Sr. Antonio Teofilo Aular, es quien la reorganiza por la década de los cuarenta. Actualmente los hermanos Gota son los cultores que llevan las riendas de la cofradía. Nos dijo Rafael Gota, que primero fue su hermano Antonio, actual diablo mayor y luego a partir del año 1968 el asume la dirección de los Diablos como capataz. La festividad de los Diablos Danzantes corresponde a la celebración del Corpus Christi y tiene en Venezuela un significado religioso donde se reafirman las creencias religiosas y mágicas del dominio del bien sobre las fuerzas del mal, a través de diferentes rituales y fiestas, además estas celebraciones a nivel nacional se han convertido en una oportunidad para unificar lo espiritual con lo social a través de la festividad, formando una concordancia de creencias y cultos mágico – religiosos. Los diablos antes de lanzarse a la danza se protegen contra las fuerzas del mal "cruzándose", llevan cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos consigo y van rezando oraciones durante la festividad, la celebración incluye misa, construcción de altares y procesiones, como parte del ritual también van de visita a las casas de los miembros más importantes de las comunidades y de los ya fallecidos. Los diablos se visten de pantalón y camisa y capa de colores vivos, en el caso de los Diablos de San Rafael, su traje es de colores rojo y negro, que antes tenían rabo, pero como cosa curiosa nos dijo el cultor Rafael Gota, que fueron eliminados porque personas inescrupulosas se daban a la tarea de jalárselos simulando toros coleados, lo que generó muchas veces en tremendas peleas. Las capas van de los hombros a las rodillas y llevan adheridas cascabeles y otras contras. Las máscaras son de colores llamativos y apariencia feroz, de diferentes colores y se realizan de distintos materiales, varían también de acuerdo a la región que los identifica. Hay regiones donde el numero de cuernos en la máscara es indicativo de jerarquía, pero en el caso de los diablos de San Rafael es la máscara del Diablo Mayor en la que esta representado el mando de los danzantes. También el mandador es señal de mandato. Cada Corpus Christi se hace la danza ritual protagonizada por los llamados diablos danzantes en diferentes zonas del país, los integrantes de cada cofradía ofrecen sus promesas atreviéndose a vestirse del temido Lucifer, con la firme intención de rendirse ante el santísimo sacramento, de esta forma los devotos del santísimo reafirman su condición de pertenecer al colectivo religioso. El cultor Rafael Gota nos mostró en su casa los numerosos reconocimientos que han recibido por su participación en diferentes encuentros y festivales. También la cantidad de indumentaria de los diablos danzantes, guardadas a veces no en las mejoras condiciones. Nos dijo que era imperiosa la construcción de la sede para la cofradía, donde existan las condiciones para conservar las indumentarias de los diablos danzantes y que sirva también como escuela. De esta necesidad nos informó que está al tanto el Alcalde del Municipio José Tadeo Monagas, Dr. Carlos López Garcés y extiende la petición también a Fundaculgua, ya que con la ayuda de todo se puede lograr.

DIABLOS DANZANTES DE SAN RAFAEL

Transcurría el año 1820 y con el la cruenta guerra por la independencia de Venezuela. Refiere al historiador gracitano Don Adolfo Antonio Machado, en su libro “Apuntaciones para la Historia” que varías matronas pertenecientes a familias de la población de Chaguaramas que simpatizaban por la causa patriota, permanecían cautivas por los defensores de la causa del rey en San Rafael de Orituco.

En este interesante episodio de la gesta emancipadora, aparece una de las primeras noticias de la presencia en los valles del Orituco de los Diablos Danzantes de San Rafael.

Dice Don Adolfo Antonio Machado que: “El día de Corpus – Cristi del año 1820, durante la festividad religiosa con que la Iglesia celebra esta fecha, entreteníase el Comandante Martínez en unión de algunos oficiales de mayor intimidad paseando las calles y visitando sus amistades, en cuya diversión tropezó con más de una comparsa de diablitos, las cuales observaba como cualquier otro paisano. En una de aquellas comparsas venía el espionaje de los patriotas, quienes al mando del Comandante José Francisco Blanca y el Capitán Pedro Camejo, salieron a fines de Mayo de San Fernando de Cachicamo, por orden de los generales Cedeño y Zaraza, y llegó a Orituco el 10 de Junio. Habían realizado su viaje desde Chaguaramas hasta las costas de Tememure, donde se encontraban apostados.

A la hora de la siesta se encontraba el Comandante Martínez en su comandancia de Armas, la cual tenía establecida en la casa Ledezmera, contigua ésta a la que conocimos con el nombre de la Mata de Coco, ubicada en la Plaza Parroquial de aquel pueblo. Tan descuidado así se encontraba el Comandante Martínez, cuando fue despertado por gritos y detonaciones de fusilería en el Cuartel del Almacén: los patriotas habían realizado su propósito de asalto a la guarnición de aquella plaza.

Martínez, sin uniforme, en chaleco, salió por el fondo de su casa con dirección a la Quebrada de Luna; pero, oyendo a poco andar algunos disparos de fusilería, juzgó por ellos que sus soldados todavía se defendían y, arrepentido de su huída, se volvió con dirección a los suyos. Ya cerca del Puente de Luna fue balaceado por Juan Camejo, quien, aunque conocedor de la consigna de su Jefe para con el Comandante Martínez, le dio muerte inmediata por no haberle reconocido, dado el traje que portaba.

Así como el valeroso Martínez cayeron casi la totalidad de los defensores de su bandera en aquella plaza. Los patriotas tuvieron también sus bajas, contándose entre éstas la de su espionaje en aquel día, cuyo cadáver se encontró tendido en el campo con la misma vestidura adoptada para la realización de su estratagema.

A principios del siglo XX aparecen como cultores de la tradición las familias Santana y Escalona. Posteriormente, nos refirió el cultor Rafael Gota, actual capataz de los Diablos Danzantes de San Rafael; es el Sr. Juan Bautista Ramírez, quien asume la responsabilidad, según los testimonios de los Sres. Juan Ledezma, Juan Santana y Manuel Betancourt. Luego de años sin que se sepa de la existencia de cofradía alguna, el Sr. Antonio Teofilo Aular, es quien la reorganiza por la década de los cuarenta.

Actualmente los hermanos Gota son los cultores que llevan las riendas de la cofradía. Nos dijo Rafael Gota, que primero fue su hermano Antonio, actual diablo mayor y luego a partir del año 1968 el asume la dirección de los Diablos como capataz.

La festividad de los Diablos Danzantes corresponde a la celebración del Corpus Christi y tiene en Venezuela un significado religioso donde se reafirman las creencias religiosas y mágicas del dominio del bien sobre las fuerzas del mal, a través de diferentes rituales y fiestas, además estas celebraciones a nivel nacional se han convertido en una oportunidad para unificar lo espiritual con lo social a través de la festividad, formando una concordancia de creencias y cultos mágico – religiosos.

Los diablos antes de lanzarse a la danza se protegen contra las fuerzas del mal "cruzándose", llevan cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos consigo y van rezando oraciones durante la festividad, la celebración incluye misa, construcción de altares y procesiones, como parte del ritual también van de visita a las casas de los miembros más importantes de las comunidades y de los ya fallecidos.

Los diablos se visten de pantalón y camisa y capa de colores vivos, en el caso de los Diablos de San Rafael, su traje es de colores rojo y negro, que antes tenían rabo, pero como cosa curiosa nos dijo el cultor Rafael Gota, que fueron eliminados porque personas inescrupulosas se daban a la tarea de jalárselos simulando toros coleados, lo que generó muchas veces en tremendas peleas. Las capas van de los hombros a las rodillas y llevan adheridas cascabeles y otras contras. Las máscaras son de colores llamativos y apariencia feroz, de diferentes colores y se realizan de distintos materiales, varían también de acuerdo a la región que los identifica. Hay regiones donde el numero de cuernos en la máscara es indicativo de jerarquía, pero en el caso de los diablos de San Rafael es la máscara del Diablo Mayor en la que esta representado el mando de los danzantes. También el mandador es señal de mandato.

Cada Corpus Christi se hace la danza ritual protagonizada por los llamados diablos danzantes en diferentes zonas del país, los integrantes de cada cofradía ofrecen sus promesas atreviéndose a vestirse del temido Lucifer, con la firme intención de rendirse ante el santísimo sacramento, de esta forma los devotos del santísimo reafirman su condición de pertenecer al colectivo religioso.

El cultor Rafael Gota nos mostró en su casa los numerosos reconocimientos que han recibido por su participación en diferentes encuentros y festivales. También la cantidad de indumentaria de los diablos danzantes, guardadas a veces no en las mejoras condiciones. Nos dijo que era imperiosa la construcción de la sede para la cofradía, donde existan las condiciones para conservar las indumentarias de los diablos danzantes y que sirva también como escuela. De esta necesidad nos informó que está al tanto el Alcalde del Municipio José Tadeo Monagas, Dr. Carlos López Garcés y extiende la petición también a Fundaculgua, ya que con la ayuda de todo se puede lograr.

PROFA: MILLAGROS BRITO